
Continuando con mi filosofo favorito, Facundo Cabral, él nos dice que; “Un ser en virtud trata igual al bueno y al malo, al amigo y al desconocido, al ignorante y al inteligente, porque sólo divide aquel que está dividido”. cada vez que Puerto Rico se acerca a uno de esos veinticincos de julio tendremos que madurar un poco mas a fuerza de realidades, de negociaciones y sobre todo, de sentido de pueblo. Estos procesos pudiesen tomar cualquier giro, desde una republica plenamente soberana hasta la anexión con la potencia más poderosa del mundo.
Aunque mis deseos revolotean alrededor de culminar mi patria en una nación soberana, me tiene sin cuidado la ruta que terminemos optando, si la caminamos con respeto y hacia el provecho de todos. En otras palabras, pienso que es tan importante la forma del proceso como la finalidad. Siempre aparecerán quienes argumenten que el objetivo tal o cual se puede lograr a través de métodos radicales o violentos. Habrá quienes sin pensarlo mucho se embarquen en ese tipo práctica incivilizada. Solo me queda decir que se equivocarán como se han equivocado millones durante todas las tragedias que abundan en la historia política humana.
Bajo las condiciones que hoy existen en el Pueblo Boricua y con la experiencia que la humanidad ha acumulado durante su historia, no hay argumento que sustente la necesidad de la violencia política en nuestro país. No lo hay y no lo veo venir. Solo la insensatez, el fanatismo y la ignorancia de unos pocos pudiese nublar la conciencia activamente pacifica del puertorriqueño.
Por otro lado, habrán quienes piensen que toda esta remembranza sobre los hechos del Cerro Maravilla es una fanfarria innecesaria porque en Puerto Rico nunca existirán circunstancias requeridas para que ocurra un conflicto fraticida. Solo espero que tengan razón y que en nuestro pueblo siempre exista esa virtud mayor llamada PAZ. Que mas pedirle a Dios que nuestra isla entienda las palabras del hermano Facundo cuando este declara; “Gane el que gane, gana un hermano, pierda el que pierda, pierde un hermano, entonces mejor que competir, es crear, es amar y es aprender a vivir.”
La Catarsis Boricua
Si progresar es la cuestión
en esta tierra tan rica
es nuestra máxima misión
nuestra Catarsis Boricua
No habrá nada de civil
en guerras entre hermanos
o en pueblos soberanos
si los gobierna el más vil.
Muy poco queda decir
y conoces mi opinión
sobre toda condición
zanjemos sobre la mesa
alegrías y tristezas
si progresar es la cuestión.
Ser como el noticiero
siete por veinticuatro
este y todos los años
puertorriqueños primero.
El titular verdadero
será cuando en la brisa
ondulando solita
la bandera de mi nación
nos cobije de bendición
en esta tierra tan rica.
Quizás es una quimera
nuestra patria soberana
quizás no hay un mañana
para mi sola estrella.
Pero lucha verdadera
es encontrar la condición
donde impere la razón
sin como Caín incumplir
y vivir dejando vivir
es nuestra máxima misión.
Este ultimo aliento
de mi décima jíbara
que irradie como brilla
de todo lo que siento.
Evitemos los tormentos
declarando una tregua
y separando las aguas
entre el odiar y el amar
para juntos poder cruzar
nuestra Catarsis Boricua. |
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Muy Puertorriqueñamente,
César Moliné - 2004 |