Las Ideologías

- Eso lo entendí abuelo, pero cual fue la guerra que pelearon en el Monte Maravilla.
- Cerro Maravilla te dije.
- Ok, la guerra del Cerro Maravilla. ¿Que paso allí?
- Oye, esta nena me lleva al galope y cuesta abajo. Primero no fue una guerra lo que ocurrió en el Cerro Maravilla. Lo que pasó allí fue algo bien feo que después se conoció como un entrampamiento y un encubrimiento, por no decir el nombre que yo le pondría. Además, para que entiendas bien lo que pasó en Cerro Maravilla tengo que explicarte otra cosa primero.
- ¿Mas?
- Solo una cosa mas mi amor y ya mismo llegamos. Pero no me agites que tú sabes que yo tengo casi ochenta años y el corazón más lento que una caravana de gongolíes cuesta arriba.
- Yo no te agito, tú eres el que siempre terminas agitaó.
- Esta bien pero suavecito. Ok, ¿Por donde íbamos? ¡Ahhhh! Te estaba contando que en ese tiempo de la guerra fría mucha gente hablaba de dos bandos. Los comunistas y los capitalistas.
- ¿Los comunistas y los capitalistas?
- Sí, déjame explicarte. Los capitalistas defienden la idea de vivir en una sociedad como somos nosotros. Uno trabaja por un cheque cada mes. Lo malo es que siempre el cheque es más pequeño que el mes. Además, en los países capitalistas unas personas pueden ganar mucho más que otros y por lo general se especializan en eso, en crear desigualdad. Alguna gente tienen demasiado y otro montón de gente tienen muy poco.
- ¿Como así Abuelo?
- Bueno, tu sabes quien es Bill Gates? (La niña asiente con la cabeza) Si tu tomas todo su dinero y lo pegas con tape un billete tras el otro, le da la vuelta al mundo vez y media. ¡Pero eso si… es en billetes de cien! Por el otro lado aquí cerca hay un país bien pobre llamado Haití donde la gente gana treinta veces menos que lo que ganamos en Puerto Rico. Y no es que nosotros seamos tan ricos, así que imagínate ser treinta veces mas pobre. Y como si esto fuese poco, en el mundo más hay cincuenta países más pobres que Haití.
- Contra, eso no suena muy bien.
- Así es. Pero en el otro lado del vellón tenemos a los comunistas. Estos señores defienden la idea de que todo el mundo debe ser igualmente rico o igualmente pobre. El problema es que por lo general han logrado lo segundo. Si esa cosa del comunismo funcionara, hace rato que estuviésemos todos tirando para ese lado.
- ¿Y por que no funciona abuelo?
- Eh!... Detallitos como… la violación de derechos humanos, las hambrunas, las purgas represivas, los campos de readoctrinamiento y los dictadores megalomaniáticos. En resumen mi amor… a las ideas del comunismo les falta madurar un poquito todavía.
- ¿Bueno abuelo, y si ninguno de los grupos sirven que vamos a hacer? Estamos fastidiaos capitalistas, comunistas o cualquiera de la lista.
- Si y no. Porque lo que mata esas ideas no son las ideas en sí. Son las ideologías. Crear una sociedad sobre una ideologías es como hacer un sopón o con demasiado arroz o con demasiados gandules. Por mejor que lo cocines, siempre queda malorrio.
- ¿Malorrio, que es eso?
- Pues te explico...
Las ideologías
Las doctrinas de los necios
en su ambición siniestra
nos dividen por el medio
como un surco en la tierra
La historia me ha enseñado
sobre ideas y estilos
poco importa lo que digo
si peco con lo que hago.
Y hasta me ha demostrado
que no hay que ser tan recio
si entendemos el precio
que tenemos que pagar
si seguimos sin pensar
las doctrinas de los necios.
La pobreza por un lado
no es un mal necesario
sino injusticia que a diario
el mundo va arropando.
Y seguiré preguntando
por una razón honesta
sobre el hambre del planeta
y el delito de unos pocos
que acaparan como locos
en su ambición siniestra.
También tengo que denunciar
la total planificación
que no perdona desunión
en su doctrina peculiar.
No vale la pena ampliar
el legado de ese imperio
y si pensamos en serio
esto de las ideologías
son vicios que todavía
nos dividen por el medio.
La cosa no va a ser simple
pero hay que andar adelante
buscando siempre el balance
en el reino de lo posible.
Nada más ineludible
para fundar nueva era
que empezar por la escuela
ven Boricua mete mano
hay un futuro esperando
como un surco en la tierra. |
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