YERBA BRUJA 
J.A. Corretjer,  1957
 
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Libro Yerba Bruja

 

La Catarsis Boricua - Acto VII


Con lágrimas en los ojos

- Bueno, y al fin… ¿Cómo los pillaron?

- Pues el partido en el poder, los anexionistas, ganó las elecciones por un escaso margen y en procedimiento bien dudoso.

- ¡Igual que Bush!.

- Tú lo has dicho. Lo de Bush no fue la primera vez ni será la última. Pero esa es otra novela con otros galanes y otros villanos. Así que como te iba diciendo, ganaron pero perdieron eventualmente la mayoría en la legislatura. Eso abrió una brecha para que la oposición organizara una vista senatorial donde se ventilaran toda la evidencia que quedó sin destruir.

- ¿Como que sin destruir?

- Lo que pasa es que una cosa es agarrar la puerca y otra ponerle la soga. Te diré que todavía hoy, solo sabemos una parte de lo que pasó en el Cerro Maravilla y de quienes fueron los que planificaron los asesinatos.

- ¿Y quienes fueron?

- Con tu permiso mi amor, pero yo no me voy a ensuciar la boca con el nombre de ninguno. Te diré que no vale la pena.

- ¡Ah! ¿Te vas a echar pa’tras ahora?

- Créeme cuando te digo que no vale la pena. Total, la gente no es pendanga. Por lo menos no los es tanto desde que escucharon a esos tipos hablar de todos esos esquemas del gobierno de persecución política y de mentiras oficiales que se venia utilizando por años.

- Abuelo, tengo dos preguntas importantes.

Dime a ver.

- Primero, ¿Cuáles eran los esquemas esos? Y segundo, ¿Tu eras de ese tipo de pendango en aquel tiempo?

- Escucha sabionda, te voy a contestar lo segundo, primero. De pendango todos tenemos un pedazo, lo importante es que según nos ponemos más viejos se nos va quitando. Así que en eso te llevo ventaja. Y sobre la primera pregunta te diré que los esquemas incluían cosas como perseguir, grabar ilegalmente conversaciones, preparar expedientes de las vidas privadas de los ciudadanos y hacer sabotajes para echarle la culpa a otros. Te diré también que ese gobierno anexionista no fue el que se inventó todo eso, sino que la persecución se venía practicando desde hacía mucho tiempo.

- ¿Y ese tipo de cosas se sigue haciendo?

- La pregunta no es si se sigue haciendo, la pregunta es quien y como se está haciendo. Pero es tema de otra conversación y ya va siendo tiempo de terminar esta porque me esta dando hambre.

- Ok, cuéntame lo que pasó.

Bueno para terminar, las vistas se extendieron por semanas y fueron transmitidas por radio y televisión. Los guardias y los otros testigos estaban trancaos. Pero la persona encargada de interrogar era el fiscal especial Rivera Cruz. Ese mismo que anda porai. Ese señor hablaba con una voz bien chillona y le decía “¡Testigoooo! ¿Diga si es o no cierto? Entonces le espetaba una pregunta. Cuando los testigos se quejaban de que no entendían la pregunta, el fiscal le decía; “¡Testigoooo! ¿Diga si es cierto o no? Y le repetía la pregunta cambiando una palabra o dos. Así pasaron las horas, los días y las semanas. Evidencia, testigos, preguntas y todo por radio y televisión. Era como una mini serie, pero con gente de verdad.

- Eso le llaman ahora "reality show", abuelo.

- Me imagino. Pero este era mejor que todos esos disparates que se pueden inventar hoy. Tanto fue así que lo único de que se hablaba en la calle eran dichosas las vistas. Y todo parecía que no iba a llegar a ningún lado hasta que uno de los policías no aguantó mas la vocecita chillona de Rivera Cruz machacándole la conciencia y después de contradecirse varias veces pidió hablar con su abogado. Para sorpresa de todos, el abogado del policía le dijo a los senadores de la comisión; “Mi cliente desea testificar bajo inmunidad”

- ¿Y que pasó?

Bueno, el policía declaró que los muchachos habían sido asesinados después que fueron capturados. También dijo como se alteró la evidencia y como se escondieron otros hechos relevantes al caso. Después de ese policía se rajara, otros pidieron inmunidad y declararon sobre más hechos. Así fue como se empezó a mentar un supuesto plan para ese entrampamiento y sobre ciertas órdenes que venían de otro lugar.

- ¿De que lugar?

- Ellos nunca dijeron claramente, pero lo que dijeron fue suficiente para cambiar la cara, la historia, el camino y la conciencia de Puerto Rico.


Con lágrimas en los ojos

Confesaron los agentes
ante un pueblo ansioso
sus crímenes imprudentes
con lágrimas en los ojos

Diga si es o no cierto
el estado ya sabía
que las bombas las ponían
los agentes encubiertos.
Si escuchamos correcto
capitanes y tenientes
usaban los confidentes
en las obreras uniones
enturbiando condiciones
confesaron los agentes.

Nunca perdían de vista
que una amenaza era
portar nuestra bandera
o hablar con socialistas.
Populares, progresistas,
humildes y poderosos
testificaron llorosos
cuando llamó la justicia
jurando sobre la Biblia
ante un pueblo ansioso.

Esa noche desbordada
de suplicas y fantasmas
se desanudó la trama
que tenían preparada.
La evidencia aliada
de la verdad evidente
les gritaba “¡inconscientes!”
y comenzaron a cantar
ante un fiscal especial
sus crímenes imprudentes.

Lloraron los testigos
y también los senadores
al escuchar los horrores
de aquellos homicidios.
En mi canto sigue vivo
de mi pecho el enojo
como un mayo lluvioso
y para que voy a negar
esa noche la vi pasar
con lágrimas en los ojos.